Érase una vez, en una hermosa escuela de la Ciudad de Chacabuco…
Un grupo de niños, sus maestras, el personal y su directora tuvieron un deseo…
Una mañana de otoño, le pidieron al viento que al llevarse las hojas de los árboles, les trajera una madrina para acompañarlos en el camino…
El viento sopló fuerte, muy fuerte, tanto que su voz llegó a todos los rincones de la tierra.
El bosque se sacudió intensamente y ella, la Guardiana, lo escuchó.
Su corazón se estremeció ante aquel llamado y entonces, de pie frente al gran roble abrió sus brazos y mientras su verde capa se extendía cubriéndolo todo, pidió ayuda para cumplir aquel deseo.
El bosque se conmovió y se abrió como si fuera un gran libro de cuentos. La luz surgía de él y desplegaba un arco iris maravilloso.
Haciéndose paso entre los colores, aparecieron la tierna Hada Madrina con su blanco y majestuoso vestido, la Cuentadora de gran sombrero y un mágico amigo hijo del bosque mismo: el Duende de los Sueños.
Así, los cuatro partieron hacia Chacabuco, buscando su escuelita y llevando sus sueños, su amor y su alegría.
Al llegar, “Madrielba”, el Hada Madrina, hizo un pase mágico con su varita y los sueños comenzaron a hacerse realidad.
Todos tuvieron su almohadita para soñar y recordar que todo aquello que deseamos desde lo más noble y profundo de nuestro corazón, se puede lograr.
Por eso Pascualito, seguirá siendo el Duende de los Sueños de la Escuela Rural Nº 18.
Él eligió a cada uno de sus niños para acompañarlos, para cuidarlos y para llevarles siempre la esperanza de un mañana mejor.
Pascualito quiso quedarse en la escuela, y allí se lo puede ver cada mañana.
Pero no está solo. Madrielba, la Guardiana Viviana y la Cuentadora Graciela, también están con Pascualito en la escuela, y en el corazón de cada uno de los niños que alguna vez hayan pasado o pasen por ella.
Porque así es el amor. Así son los sueños. Nunca desaparecen. Una vez que le damos vida a un sueño, sigue estando siempre con nosotros igual que la magia del amor que brota de los corazones sinceros…
Esta historia tiene un final feliz, como tienen todas las historias que se viven con honestidad y compromiso.
Todos escribimos nuestra historia y escribimos también, el mejor final feliz para nuestras vidas.
Si estás leyendo estas palabras, es porque vos también tendrás una gran historia con un gran final feliz…
NUNCA DEJES DE SOÑAR
Final Feliz y que se cumplan todos los sueños!!!
Madrielba
Guardiana Vivi
Cuentadora Graciela
(este cuento fue escrito y es propiedad de
graciela losada - prohibida su reproduccion sin nombrar a su autora y la fuente)
(este cuento fue escrito y es propiedad de
graciela losada - prohibida su reproduccion sin nombrar a su autora y la fuente)
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