Me pregunté tantas veces ¿por qué había tomado esa decisión?
La respuesta llegó cambiando la pregunta. ¿Para qué? Allí estaba la pregunta correcta.
Viaje a viaje fui encontrando respuestas, pero todas las respuestas estaban dentro mío, todas las respuestas se sintetizaban solo en una palabra: AMOR
Niños llenos de amor para dar que me abrazan, besan y contagian alegría, que te hablan todos a la vez, que me quieren un segundo en “exclusividad”, que me dicen al oído: “Madrina te amo”, “Gracias por venir a verme”, que se me cuelgan al cuellos y me piden “upa”. Que quieren jugar, acariciar, que apoyan sus cabecitas en mi pecho buscando calorcito, que me llenan de dibujitos, regalitos, cartitas, y que en cada partida mía me desgarran por dentro, dejando un pedacito de mi corazón allí en algún aula de “mi escuelita”. En cada partida me prometo a mi misma que voy a volver.
Una directora llena de ganas de hacer, de avanzar, de “dar”, con una vocación docente intacta que día a día entrega lo mejor de si para dejar huellas profundas en su comunicad educativa.
Docentes que con los recursos que tienen se brindan desde el alma, con amor, con alegría intentando, junto a las familias de moldear a esos niños llenos de futuro.
Un personal que les da amor a través de un vaso de leche, preparándoles un rico almuerzo, manteniendo la escuela impecable.
Compartir todo esto en cada uno de mis viajes, verlos en acción, abrazarlos, besarlos, jugar, hacerlos reír, hacerles cosquillas, conversar, se que a ellos los llena de amor…. A mi me llena de amor.
Cada uno ocupa un lugar muy especial que hace que no me sienta sola, que solo recordando sus caritas me llene de alegría.
Esta año será inolvidable para mi.
Los tengo a ellos. Ellos me tienen a mí. Mi vida tiene un motivo mas para estar bien y feliz.
Los amo. Me siento amada
Y el para que lo puede sintetizar en dos palabras que es el motivo por el cual estoy en este planeta Tierra en este momento de la historia: SER FELIZ
Madrina Elba
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